domingo, 22 de mayo de 2011

Estamos prohibidos

Deja que la lluvia caiga y acaricie la verde hierba.

Busca el horizonte en cada paso, en cada movimiento, en cada mirada.

Significante para mí, apreciado para ti.

Al final de las mentes, al principio de las conciencias. 

Donde todo empieza.

Cuando la mirada de una persona lo dice todo. Tus ojos me hablaban mientras tus labios, finos, me sonreían. Tú pensabas mientras yo dije:

-No hay nada que hacer. Aseguro volver a cruzarme con tu olor. 

Gracias por dejarme sorprenderte



Con el cuerpo y con el alma
Con la mente y con el corazón
Lucía, que decide volar hacia lo más alto, en parapente

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